
Paperas (parotiditis)
Las paperas, también conocidas como "parotiditis", es una enfermedad provocada por un virus que se contagia a través de la saliva y que puede infectar muchas partes del cuerpo, especialmente las glándulas salivales parótidas. Estas glándulas, que producen saliva, se encuentran en la parte posterior de ambos pómulos, en las áreas comprendidas entre las orejas y la mandíbula. Cuando una persona tiene paperas, estas glándulas se inflaman y se vuelven dolorosas.
La mayoría de los casos de paperas se dan en niños de entre cinco y 14 años, pero la proporción de adultos jóvenes infectados ha ido aumentando lentamente durante las dos últimas décadas. Las paperas son poco frecuentes en los niños menores de un año.
Después de pasar las paperas, es muy raro volver a contraer esta enfermedad porque un episodio de paparas casi siempre proporciona protección de por vida contra la enfermedad. De todos modos, hay otras infecciones que también pueden cursar con inflamación de las glándulas salivales que pueden llevar a un padre a creer equivocadamente que su hijo ha pasado las paperas más de una vez.
¿Cuáles son los síntomas?
Las paperas pueden empezar con fiebre superior a 39.5° C, así como dolor de cabeza y pérdida del apetito. El síntoma más conocido y característico de las paperas es la inflamación de las glándulas parótidas, lo que hace que el niño parezca un hámster con los pómulos llenos de comida. Por lo general, las parótidas se inflaman y duelen cada vez más durante un período de tiempo comprendido entre uno y tres días. El dolor se intensifica al tragar, hablar, masticar o beber jugos ácidos (como el de naranja). Pueden verse afectadas las dos glándulas parótidas, inflamándose una varios días antes que la otra, o puede inflamarse solamente una.
Las paperas pueden provocar inflamación del cerebro y de otros órganos, aunque es poco frecuente. La encefalitis (la inflamación del cerebro) y la meningitis (la inflamación de las meninges -las membranas que recubren el cerebro- y la médula espinal) son dos complicaciones muy poco frecuentes. Los síntomas aparecen durante la primera semana después de que las glándulas parótidas se empiezan a inflamar y pueden incluir: fiebre alta, rigidez de cuello, dolor de cabeza, náuseas, vómitos, convulsiones y otros signos de afectación cerebral.
Cuando las paperas afectan a adolescentes o adultos de sexo masculino, pueden provocar orquitis, o inflamación de los testículos. Generalmente, un testículo se inflama y resulta doloroso aproximadamente entre siete y 10 días después de la inflamación de las parótidas. Esto va acompañado de fiebre alta, fuertes escalofríos, dolor de cabeza, nauseas, vómitos y dolor abdominal que a veces se puede confundir con una apendicitis si el afectado es el testículo derecho. Al cabo de entre tres y siete días, el dolor y la inflamación testicular remiten, generalmente al mismo tiempo que la fiebre. En algunos casos, se ven afectados ambos testículos, pero incluso entonces, la esterilidad solo es una complicación muy poco frecuente de la orquitis.
Asimismo, el virus de las paperas puede afectar al páncreas o, en las mujeres, a los ovarios, provocando dolor y sensibilidad al tacto en las partes correspondientes del abdomen. En algunos casos, los signos y síntomas de las paperas son tan leves que la infección pasa desapercibida. Generalmente los niños se recuperan de las paperas aproximadamente al cabo de entre 10 y 12 días. Cada glándula parótida tarda aproximadamente una semana en desinflamarse, pero las dos glándulas no se suelen inflamar al mismo tiempo.
¿Cómo se contagia?
El virus de las paperas es contagioso y lo hace a través de las gotitas del fluido procedente de la boca o la nariz de las personas infectadas. Se puede transmitir a otras personas al estornudar, toser o incluso reir. El virus también se puede contagiar a través del contacto directo, por ejemplo, al manipular pañuelos o utilizar vasos que ha usado una persona infectada.
Las personas con paperas son especialmente contagiosas durante el periodo de tiempo comprendido entre dos días antes de la aparición de los síntomas y seis días después de su desaparición. Las personas que están infectadas por el virus de las paperas pero que no presentan síntomas también pueden contagiar la enfermedad.
¿Cómo puedo evitar infectarme de paperas?
Las paperas se pueden prevenir administrando la vacuna pertinente. La vacuna de las paperas se puede administrar sola o como parte de la triple vírica (sarampión, rubeola y paperas).
Tratamiento
Puesto que las paperas están provocadas por un virus, no se pueden tratar con antibióticos. En casa, controle la temperatura corporal de su hijo. Le puede administrar un fármaco antipirético (para bajar la fiebre). Estos fármacos también ayudarán a aliviarle el dolor de las glándulas parótidas inflamadas.
A menos que se lo indique el pediatra, no administre nunca fármacos que contengan ácido acetilsalicílico(como la aspirina) a un niño que tenga una enfermedad de origen vírico, puesto que su uso en tales circunstancias se ha relacionado con el desarrollo de una enfermedad grave conocida como síndrome de Reye, que puede provocar insuficiencia hepática e incluso la muerte.
También puede aliviar a su hijo el dolor de las glándulas parótidas inflamadas con paños calientes o fríos. Prepárele una dieta blanda y suave que no requiera masticar mucho y anímele a beber abundante líquido. No le dé jugos ácidos o agrios (como los de naranja o limón) que intensifican el dolor de las parótidas. El agua, el té y otros líquidos se toleran mejor. Un niño que tenga paperas no necesita guardar cama y puede jugar a juegos tranquilos. Pregunte al pediatra de su hijo cuál es el mejor momento para que el niño pueda reincorporarse al colegio.
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